Redacción Espacio Labor
Muchas veces, para mayor conflicto, la persona negativa es alguien realmente talentoso en su trabajo, cuyas competencias resultan realmente valiosas para la empresa. Muchas veces es alguien que resuelve numerosas crisis, o quien, con todo y su mala cara, resulta ser fundamental en el alcance de las metas empresariales. Sin embargo, todos a su alrededor se preguntan: “¿vale la pena?”
¿Eres tú esa persona?
Si te reconoces a ti mismo como un empleado negativo, como alguien que siempre ve el lado malo de las cosas, que no sabe alegrarse por el éxito de la empresa o los logros de tus compañeros, realmente estás en grave riesgo laboral.
En la cultura laboral contemporánea se valoran por igual las competencias técnicas y las sociales. Esto quiere decir que no por mucho talento y habilidad que demuestres en tus tareas diarias se te va a perdonar la falta de capacidad para relacionarte socialmente. Es fácil entender porqué: cada día egresan de las universidades personas capacitadas en lo más reciente y de esas personas, muchas serán, además, simpáticas, relajadas, cooperativas y que buscan cómo solucionar las cosas en lugar de ver sólo problemas.
Analiza porqué estás en un estado así. Puede ser que se trate de una fase temporal. Todos pasamos por malas épocas. Si sientes que tu caso es grave, que consiste en una depresión crónica o que no puedes resolverlo solo, busca ayuda profesional, sea un terapeuta o un coach laboral.
Si tienes un compañero negativo
Trabajar a un lado de una persona negativa es una de las experiencias más agotadoras que existen. Toda buena idea le parece una tontería, o una pérdida de tiempo o una forma tuya de querer llamar la atención. Siente que lo quieren hacer menos, esparce chismes, mira a las personas bajo la peor luz, no le encuentra cualidades a nadie y refunfuña por todo.
Para sobrevivir a un compañero así, en primer lugar, muéstrate inamoviblemente optimista. No te dejes arrastrar en su caída de depresión y habladurías. Si te quiere enredar en una plática negativa (que te quitará energía y creatividad), cambia el tema, invariablemente. Sonríe mucho. Y no le des armas. Es decir, no le des información privada que pueda, eventualmente, usar en tu contra en chismes y murmuraciones.
Es posible que de todos modos hable de ti. Dirá, quizá, que eres un tonto, que siempre estás feliz, que eres un cursi, que de todo sonríes y que no puede soportarte. Pero más vale que diga esto a que maneje información personal delicada.
Ahora, puede ser que desarrollaras verdadera simpatía por tu compañero negativo, ya que, en el fondo, estas personas están desesperadamente solas, son muy inseguras,no creen en sí mismas, piensan que jamás serán felices y por eso se dedican a echarles a perder la vida a los demás, pues, como bien dice el refrán: “la miseria busca compañía”.
Si tienes la disposición, podrías ayudar a tu compañero negativo a ver la parte buena de las cosas, a no echarse a perder la vida ni a arriesgar su empleo y de paso, a aligerar el ambiente de la oficina. Todos saldrían ganando.
Me parece extraordinario que hoy las empresas se den cuenta que la capacidad de un empleado de mantener buenas relaciones con los compañeros de trabajo, tenga la misma importancia que las competencias técnicas sobresalientes. un empleado negativo, si sobresale sobre el resto , no es porque sea talentoso, si no mas bien sobresale porque se encarga de mutilar las capacidades de los demas, en resumen no los deja trabajar.
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